Carlos continúa con las pesadillas y hace todo lo posible para no dormir. Parece que el trauma que arrastra desde su paso por la cárcel le está siendo más difícil de superar de lo que creía. Gracia a la terapia, Carlos parece ir mejorando pero los avances son lentos y las pesadillas le aparecen en cualquier momento. Sus amigos, Josete y Karina, le están ayudando mucho pero quien de verdad le facilita las claves para poder salir de esa situación es Lucía, su terapeuta, a la que ve semanalmente.