Esperando otro envío de joyas, Murietta va a inspeccionar la curtiduría donde se almacenarán. Allí, ve a Pasqual, un campesino que vive allí, y azota al anciano hasta que se va. El cargamento llega acompañado de Dolores Bastinado, recién llegada al pueblo, quien llama la atención del Sargento García.