El disfrute de Nadja de la equitación de Francis (y la opulencia de la mansión) se ve arruinada cuando debe regresar a la compañía con la abuela Anna. Nadja es confundida con una sirvienta por una sirvienta, Martha. En el coche, Nadja recuerda haber conversado con Francis mientras bailaba en el baile (aunque él no se acuerda).