En julio de 1797, durante las Guerras Napoleónicas, la escuadra inglesa, liderada por el contralmirante Horatio Nelson, intentó capturar Santa Cruz de Tenerife, aprovechando la reciente derrota española en el Cabo de San Vicente. Tras un intento fallido de desembarcar por la noche, Nelson y sus tropas desembarcaron a la mañana siguiente en la playa de Valleseco, pero encontraron una feroz resistencia por parte de los defensores canarios y españoles, dirigidos por el comandante general Antonio Gutiérrez. A pesar de los intensos combates, Nelson fue herido y su flota fue forzada a retirarse, dejando la ciudad bajo la firme defensa de sus valientes habitantes.