La ocupación normanda en Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro trae mejoras y tensiones a los habitantes, exacerbadas por la opresión del gobernador Maciot de Betancur. En medio de la rebelión nativa y las intrigas políticas, el romance entre el noble Alfonso y la guayre Doramas se desarrolla en un contexto de enfrentamientos y conflictos. La invasión portuguesa de 1460 y el valiente liderazgo del guanarteme Tenesor Semidán intensifican la lucha por la supervivencia, mientras los isleños claman por justicia ante los abusos y la tiranía de sus gobernantes.