Con el hijo del sheriff como rehén, el robo de la pandilla Flint sigue adelante y, pese a los esfuerzos de Luke, deja dos muertos como resultado. La condición de Jessie por sus picaduras empeora, ya que el médico no puede ayudarla. El relato de Zeb sobre el rescate de Beth despierta sospechas en las autoridades, lo que hace que ella se vaya abruptamente. Zeb la sigue y su rastro lo lleva a una cabaña en la montaña.