Los conflictos entre la FOCA dirigida por Ecclestone (apoyado por Enzo Ferrari) y la FISA presidida por Balestre se recrudecen en el final de la década de los 70 al mismo tiempo que la aparición del efecto suelo provoca una gran revolución en el campeonato. La guerra entre Ecclestone y Balestre llega a su episodio más tenso en el Gran Premio de España de 1980.