Septiembre de 1978 los Alcántara vuelven a la rutina tras las vacaciones de verano. Antonio no para de tener problemas con la imprenta, y Curro constantemente le está llamando para que los solucione. Precisamente la avería de unas de las máquinas, en medio de un pedido importante, hará descubrir a Antonio que su encargado tiene planes con los que él no contaba.