La octava entrega de la serie comienza con el consejo de la madre de Justin (Randy Harrison) a su hijo sobre la conveniencia de que vuelva a salir de fiesta con gente más adecuada a su edad, a lo que éste duda en un principio, pero al final accede. Justin decide disfrutar de la noche de Pittsburg, pero se esconde cuando una chica se acerca a él. Más tarde, se encuentra con un chico que sabe que es gay y comienza a practicar sexo. Cuando el chico empieza a sentir atracción hacia Justin, le da un beso. Por su parte, Michael (Hal Sparks) pretende rehacer su vida encontrando un novio a través de Internet.