Escritor, director y productor de teatro, cine, radio y televisión sueco, sin duda la figura más destacada del cine escandinavo. Nació en Upsala, hijo de un pastor protestante, y se educó en la Universidad de Estocolmo, donde estudió literatura e historia del arte antes de incorporarse como ayudante de producción en la ópera Real de Estocolmo. En 1943, por el montaje de su obra La muerte de Gaspar (1942), la productora Svensk Filmindustri (SF) le contrató para el departamento de guiones. El año siguiente, esta productora hizo una película a partir de su novela corta Tortura, que finalmente dirigiría Alf Sjöberg. De 1944 a 1952 Bergman fue director artístico del Teatro Municipal de Helsingborg, periodo en que dirigió su primera película para la SF, Crisis (1946) y una serie de adaptaciones para el productor independiente Lorens Malmstedt. La última, La prisión (1948), bien acogida por la crítica, en la que aparecen ya sus preocupaciones existenciales, inicia el reconocimiento internacional de este autor, que se verá aumentado con Juegos de verano (1950) y Un verano con Mónica (1952). En el amplio conjunto de su obra, ha escrito, producido y dirigido películas que abarcan desde la comedia ligera al drama psicológico o filosófico más profundo. En sus comedias, que incluyen Una lección de amor (1954), Sonrisas de una noche de verano (1955) o El ojo del diablo (1960), es destacable el tratamiento lírico de su contenido sexual explícito. Entre sus obras dramáticas, El séptimo sello (1956) es una lúgubre alegoría de la relación de la humanidad con Dios y la muerte. Entre los recursos narrativos que emplea está la iconografía cristiana, por lo que sus trabajos aparecen rodeados de un halo misterioso.