Cuando ella le pide el divorcio, Elisa sabe que está perdiendo todo lo que hizo su vida diaria durante diez años de matrimonio. Lo peor es que ella puede perder a sus hijos, reclamados por su marido. Ella tenía sólo unos meses para reconstruir. Encontrar un trabajo. Demostrar que el juez puede mantener a su familia ... Una reconstrucción que la lleva a empujar sus propios límites, a ponerse en peligro, para aprender a confiar en la gente de nuevo y descubrir una nueva mujer...